7 de diciembre de 2011

Intervención en el cáncer. Fases

Se debe considerar en qué momento de la enfermedad interviene el psicooncólogo, ya que dependiendo de la fase que se encuentre el paciente, se podrá establecer un plan de trabajo. De acuerdo a esto, Malca (2005) menciona que existen seis fases que presenta el paciente con cáncer estas son:

Fase de diagnóstico: en esta, la persona y/o la familia no saben cómo reaccionar ante el resultado dado, ya que es un shock que reciben. Es entonces cuando el sujeto entra en una crisis, se define como un estado temporal de trastorno y desorganización que se caracteriza por la incapacidad del individuo para abordar o manejar dicha situación (Salgado, 2009). Dependiendo de cómo sea ésta, puede mover o paralizar al sujeto ya que tiene que ver con la manera de como utiliza sus recursos internos (fortaleza yoica), la tolerancia a la frustración y el principio de realidad que tenga éste. En este caso la persona que padece el cáncer y que entra en esta crisis puede experimentar:

• Desorganización o Estado de Confusión
• Vulnerabilidad- Irritabilidad
• Reducción-Incremento de los Mecanismos de Defensa
• Disfunción a nivel Personal, Laboral, Familiar o Social
• Labilidad Emocional o Aplanamiento Afectivo
• Ataque de Pánico
• Cuadro Depresivo Incapacitante
• Conductas Regresivas
• Brote Psicótico (Desestructurarse)
• Agresividad-Auto agresión (Salgado, 2009)

Es importante entonces, que el psicólogo y las personas que estén alrededor de este actúen de una manera rápida y con inteligencia para ayudar a la persona que entro en dicha crisis, es entonces, que las personas que están alrededor del sujeto y en especial del psicólogo guarden la calma, debe escuchar, observar, filtrar la información que en ese momento este diciendo la persona, recabar información complementaria para jerarquizar prioridades, reconocer canales alternativos de comunicación, contacto y contención, en presencia de la desorganización: manejar la emoción o sentimiento, pedir ayuda o permitirla (en caso en que el sujeto entre en un estado ya desorganizado, ya que en muchas personas, si no tienen fortaleza yoica, se les puede venir un brote psicótico ante la impresión de la noticia), manejo de recursos, habilidades y técnicas (respiración, relajación, manejo del dolor permisible) buscando la estabilización, manejo-canalización del caso, con miras a que la persona supere la crisis y por ultimo un seguimiento para poder dar contención al sujeto sobre la situación expuesta (Salgado, 2009).

Muchas personas no reaccionan de tal grado a generar ya una crisis como anteriormente se expuso, estas pueden reaccionar de una manera más tranquila, en el aspecto, en que se sienten culpables, temerosos, con enojo, con tristeza, con negativas de lo que le esta pasando. Aquí de igual manera, el psicooncólogo debe de detectar las necesidades del paciente o incluso hasta de la familia para poder orientarlos y reducir al menos un poco el estrés hablándoles, que de una u otra forma tienen y pueden poner en plan como van a luchar contra el cáncer. Claro está, primero que el psicooncólogo, debe hacer una empatía, para poder hacer contacto con dichas personas, para que se presten a escuchar lo que el psicólogo les menciona; no solo empatía sino además contener al paciente del dolor que esta pasando.

Fase de tratamiento: en esta, el sujeto ya se encuentra inmerso en el tratamiento médico para luchar contra el cáncer, ya han entrado a quimioterapia, a medicamentos, etc., de tal manera que en esta fase puede ser también, difícil a la persona porque la calidad de vida del paciente esta expuesta a los efectos secundarios al cual esta expuesto en el tratamiento que este recibiendo. En este aspecto, la persona puede experimentar ansiedad, perdida de autoestima, disfunción sexual, miedo a lo que esta experimentando y también no se descarta además la tristeza. La intervención del psicólogo y brindarle apoyo para que pueda afrontar la situación, empiece a ver que lo que esta haciendo es para luchar contra el cáncer que tiene. al igual con la familia el brindarles contención y además, alternativas para que también puedan estar un poco más tranquilos y así, ellos también, puedan ayudar al paciente que padezca de esta enfermedad.

En este sentido, las alternativas que puede utilizar el psicooncólogo es una terapia breve que consta de cinco o seis sesiones, de tal manera que el objetivo de esta es que establece metas especificas, en donde utiliza técnicas detalladas para lograr la meta que se espera, en este caso, por ejemplo, la aceptación de la enfermedad y el fortalecimiento yoico que necesita la persona para sobrellevar esta situación.

Otra técnica que puede ayudar es la técnica de visualización que esta se encarga de trabajar con el proceso de pensamiento de la persona para que pueda invocar imágenes, así como los sentidos (Valiente, 2006).
Se puede utilizar también la relajación de relajación simple, para que el paciente antes de entrar al tratamiento médico, se encuentre tranquilo y su nivel de estrés sea mas bajo.

Otra técnica también, es la del pensamiento dirigido que esta se fundamenta en: utilizar distracciones internas (por ejemplo, contar, rezar, o decirse a sí mismo "Puedo aguantar") o externas (como la música, la televisión, el diálogo, el escuchar a alguien leer, o el mirar a algo específico). Los pacientes también pueden aprender a estudiar y evaluar los pensamientos negativos y reemplazarlos con ideas e imágenes más positivas” (Geosalud).
Posteriormente cuando se pasan por otras técnicas, el paciente se siente ya mas tranquilo y de acuerdo a los tratamientos ya realizados por los médicos y se haya “desaparecido” el cáncer, el paciente entra a la siguiente fase.

Fase de intervalo libre de la enfermedad: esta se define como aquella en donde el paciente tiene la amenaza o temor a que regrese el cáncer debido a los tratamientos ya empleados. En esta fase, la angustia del paciente como de los familiares aumenta. En este caso, el psicólogo debe permitirle a la persona hablar de los miedos que presenta. Aquí la técnica que se puede emplear es la terapia breve que su duración es no más de 6 sesiones, en donde emplea técnicas especificas para una meta específica (Bellack). En este caso, se trabajaría con el temor o la preocupación del paciente por el regreso del cáncer, para posteriormente promover o acrecentar la realización de diversos planes y actividades.

Fase de supervivencia: en esta, mediante el apoyo psicológico, se pretende que el sujeto se vaya adaptando a su nuevo estilo de vida, es decir; a su ambiente. Aquí se puede trabajar con algunas técnicas de la terapia humanista llamada logoterapia, que se encarga de dar al paciente que busque un sentido de vida. Estas técnicas son: el dialogo socrático que se busca que el paciente busque un sentido, y que busque lo que quiere, y lo que sea significativo para este. Además de trabajar en las logopistas que se basa en encontrar aquellas claves, en donde el paciente hable de lo que siente y quiere para que busque los aspectos positivos, y posteriormente el sujeto vaya en busca de estas alternativas de poder de nuevo adaptarse a su medio (Fabry). Así como también, que busque alternativas como los, “Grupos de apoyo y orientación religiosa: Los grupos de apoyo ayudan a muchos pacientes, y la orientación religiosa puede ayudarles también al proporcionarles cuidados espirituales y apoyo social (Geosalud).

En ocasiones sucede, que a pesar de que ya se trabajo con el cáncer y se elimino este en donde apareció, aparece de nuevo ya sea en el mismo órgano o en otro. Este es aun más doloroso para la persona porque se enfrenta de nuevo a la enfermedad, y aquí la persona experimenta estados de ansiedad o de depresión. No solo para el paciente, sino para toda aquella persona que estuvo alrededor de éste; a esta fase se le denomina, fase de reciditiva.

Aquí el psicólogo su función es de intervenir en los estados depresivos que tenga el paciente y de nuevo poder trabajar con la aceptación de la otra vez patología. Aquí el psicólogo puede emplear la terapia de emergencia que da ayuda en una situación psicológica difícil, es parecida a la terapia breve (Bellack, 1998).

Y por último, la fase final de la vida: En esta etapa es cuando el cáncer está ya muy avanzado, y ya no se puede hacer más por la persona. Aquí el paciente puede presentar negación, rabia, depresión, aislamiento, tristeza, y miedo a la muerte. En este aspecto el psicólogo la única intervención que puede hacer es acompañar al paciente hasta su último día de vida. En este sentido, el psicólogo puede emplear técnicas de la tanatología para poder trabajar el duelo tanto con el sujeto que padece del cancera si como de los familiares, y además puede trabajar con ciertas técnicas logoterapéuticas, de tal manera que el paciente como a los familiares, encuentren un sentido ante el dolor y la muerte, para que estén tranquilos y puedan aceptar el resultado final con tranquilidad.

Como se ve, el papel del psicooncólogo es de fundamental importancia en la intervención para la ayuda del paciente. Es necesario, que el psicólogo pueda conocer estas herramientas para que pueda trabajar de una forma complementaria tanto para los profesionales que asisten al paciente, como para los familiares y al mismo paciente.

Es importante mencionar que dentro de todo este trabajo, se tome en cuenta la ética del psicólogo como una persona que presta servicios para el cuidado de la salud psíquica del paciente. Es importante que el psicólogo no se olvide de los cuatro principios fundamentales de la bioética, que son: el principio de autonomía en donde se define como aquella que hace respetar la decisión que tome el paciente o el sujeto de acuerdo a una situación determinada ya que esta implica la responsabilidad que tome el individuo y se pueda hacer cargo de dicha decisión, solo se tomará en cuenta que no tiene una total autonomía aquel sujeto que presente problemas intelectuales, menores de edad y aquellos que no puedan hacerse cargo de si mismos. Otro principio es el de beneficencia que este se describe como aquel, logra hacer el bien, por medio de la acción, promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo perjuicios; es decir, el medico o el terapeuta, tratará de actuar de mil maneras para ayudar al paciente, para que éste, se sienta mejor a nivel tanto físico, médico y psicológico. Además, de estos dos principios anteriores existe otro que se denomina como el principio de no maleficencia, que se refiere a no dañar o perjudicar a un tercero. En el caso de la medicina, lo que se pretende es no dañar al sujeto, pero a veces es necesario que se haga esto, para que de un resultado positivo, es decir, evitar de perjudicar a un sujeto innecesariamente, en este caso se puede mencionar un ejemplo de una persona ciega en donde se le hace una cirugía para poder checar si se puede resolver su problema de ceguera, en caso de que sea así, no se daña al paciente puesto que se esta haciendo algo para su propio bien, o al menos así se entiende con respecto a no dañar a un sujeto innecesariamente; pero en general, este principio se baña ante todo en no dañar al individuo. Además, existe otro y un último principio que es el de justicia menciona el trato que se debe tener con las personas; es decir, la no utilización de la discriminación y que todos los sujetos tengan acceso fácil a la salud. La manera en como se encuentren estos principios entonces así se tendrá la relación medico paciente. Es decir si están, equilibrados entonces el sujeto tendrá una transferencia sana para con el sujeto que le ayuda y viceversa; si por el contrario, esto no ocurre entonces se tendrá una relación medico- paciente un tanto incomoda y no se estarían respetando estos principios fundamentales. Y no solo eso, si no que también tome en cuenta algunos puntos del código ético para el psicólogo, como es el de la confidencialidad del paciente para con su enfermedad, ser ético, en el aspecto de cómo se va abordar todos los aspectos anteriores para el respeto de la persona, ya que si no se hace así, el psicólogo estaría provocando un montaje perverso tanto para el paciente como para el de sus familiares. El ser honesto y dar con calidad sus intervenciones. Pero sobre todo hacerse responsable de lo que está haciendo el psicólogo con su trabajo desempeñado (Sociedad Mexicana de Psicología, 2005).

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